Este verano pinté esta cántara, pero no he podido subir la foto hasta ahora.
Es un encargo que unos amigos me hicieron hace mucho tiempo, pero le había cogido miedo porque podía dejarla peor de lo que estaba. Por un lado, al pintarla le quitaba el valor de antigüedad que tenía, y por otro, al limpiarla, (estaba oxidada) si utilizaba un líquido desoxidante demasiado corrosivo, podía cargármela. Pero con la ayuda de mis amigas, que son un tesoro, al final nos ha quedado así.
Para no saber pintar, no ha quedado mal.
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